China y EE.UU. intercambian aranceles elevados en una escalada sin precedentes
La disputa comercial entre China y Estados Unidos ha alcanzado niveles sin precedentes con la reciente imposición de aranceles elevados por ambas partes. Tras la decisión de Washington de aplicar un arancel del 104% a las importaciones chinas, Pekín respondió con un incremento de sus aranceles a productos estadounidenses hasta el 84%. Este intercambio de medidas proteccionistas ha encendido las alarmas sobre una posible guerra comercial a gran escala.
El gobierno chino ha manifestado su firme oposición a las acciones de Estados Unidos, calificándolas de unilaterales y contrarias a las normas del comercio internacional. En respuesta, ha anunciado la adopción de “contramedidas firmes y contundentes” para defender sus intereses, aunque sin especificar en qué consistirán dichas medidas.
Mientras tanto, la administración estadounidense sostiene que los aranceles son necesarios para corregir desequilibrios comerciales y proteger a las industrias nacionales. Sin embargo, esta postura ha sido criticada tanto a nivel interno como internacional, con preocupaciones sobre el impacto negativo en los consumidores y en las relaciones diplomáticas.
La escalada de tensiones ha generado volatilidad en los mercados financieros y ha afectado a sectores clave como la tecnología.
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